En el marco de la presentación del Índice de Riesgo Político 2025, Carl Meacham, exasesor del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE. UU., analizó las condiciones que los países latinoamericanos deberán cumplir para profundizar su relación con Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, quien asumirá nuevamente el gobierno el próximo 20 de enero.

Condiciones para una relación más cercana con EE. UU.

Meacham destacó tres condiciones clave que los países de la región deberán cumplir para fortalecer sus vínculos con Estados Unidos en un contexto de «enorme presión y riesgos significativos» durante la gestión Trump:

  1. Alineación con los intereses de EE. UU.: Países como Argentina y El Salvador ya comparten afinidad estratégica con EE. UU., mientras que Brasil y Colombia, con estrechos lazos con China, enfrentarán mayores desafíos.
  2. Participación en iniciativas de seguridad regional: Los países que se sumen a las iniciativas de seguridad lideradas por Estados Unidos recibirán un mayor apoyo de la administración de Trump.
  3. Diversificación económica: Reducir la dependencia económica de China y explorar nuevos acuerdos bilaterales con EE. UU. serán aspectos clave para los países que busquen una relación más profunda con Washington.

Un año decisivo para América Latina

El informe Riesgo Político 2025 define el año 2025 como «decisivo» para la región, especialmente debido a la incertidumbre global que genera el regreso de Trump al poder. Se hace énfasis en países como Centroamérica, Venezuela, México, Nicaragua y Argentina, que serán especialmente sensibles a los cambios en la política exterior de EE. UU.

Riesgos para Centroamérica

El informe advierte que las posibles deportaciones masivas, que afectarían a hasta 11 millones de inmigrantes, así como las restricciones a las remesas, podrían generar una mayor inestabilidad en países como El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

Un enfoque más punitivo y transaccional

Meacham también señaló que, con el regreso de Trump, se prevé un cambio en la relación comercial entre EE. UU. y América Latina, pasando de un enfoque cooperativo a uno más punitivo y transaccional. En su análisis, advirtió que la administración Trump podría recurrir a medidas como aranceles y restricciones comerciales, similares a las que aplicó durante su primer mandato, con el objetivo de reequilibrar el comercio hacia EE. UU.

En este sentido, mencionó las amenazas de aranceles del 25 % contra Canadá y México como ejemplo de la estrategia de negociación bilateral que podría prevalecer durante la nueva administración.

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca representa una oportunidad para aquellos países latinoamericanos dispuestos a alinearse con los intereses de EE. UU. y participar activamente en sus iniciativas de seguridad y diversificación económica. Sin embargo, los países que dependan de China o no logren adaptarse a un enfoque más transaccional y punitivo podrían enfrentar mayores riesgos en su relación con Estados Unidos.

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