Los incendios forestales que han arrasado Los Ángeles durante los últimos cuatro días han dejado al menos 11 muertos, miles de evacuados y devastadoras pérdidas materiales. Según las autoridades, más de 10.000 edificios han sido destruidos y más de 14.000 hectáreas han quedado envueltas en humo, creando lo que el presidente Joe Biden describió como un “escenario de guerra”.
El viento, que inicialmente avivó las llamas, comenzó a amainar el viernes, lo que permitió a los bomberos avanzar en el control de los incendios. Sin embargo, la situación sigue siendo «muy peligrosa», advirtió Deanne Criswell, de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA). En medio de esta catástrofe, se ha intensificado la controversia sobre la respuesta de las autoridades. Los residentes de las zonas afectadas han expresado su frustración, acusando a las autoridades de falta de preparación para enfrentar la magnitud de los incendios.
En un gesto de solidaridad, el papa Francisco expresó su tristeza por la pérdida de vidas y los daños causados, y ofreció su cercanía espiritual a los afectados. Mientras tanto, las autoridades locales han implementado un toque de queda estricto en las zonas más devastadas, como Pacific Palisades y Altadena, debido al aumento de los saqueos en las áreas evacuadas.
El gobernador de California, Gavin Newsom, ha solicitado una “revisión independiente” de los servicios de distribución de agua de la ciudad, tras señalar la falta de suministro adecuado en las primeras etapas del desastre, lo que contribuyó a la propagación de las llamas.
El incendio más grande, que afecta a la costa de Malibú y el barrio de Pacific Palisades, ha arrasado unas 8.000 hectáreas, aunque los bomberos informaron que las llamas están comenzando a ser controladas en estas áreas. El galardonado actor Mel Gibson, quien perdió su casa en Malibú, calificó la situación como «devastadora».
En medio de la emergencia, se han desplegado soldados y se han registrado decenas de detenciones, mientras las autoridades investigan un incidente con un dron ilegal que impactó un avión cisterna, dejándolo fuera de servicio.
El costo total de los daños podría ser uno de los más altos registrados, con estimaciones de pérdidas que oscilan entre 135.000 y 150.000 millones de dólares. Los científicos continúan advirtiendo que el cambio climático está exacerbando fenómenos meteorológicos extremos como los incendios actuales.
El presidente Biden criticó las afirmaciones falsas difundidas por figuras políticas como Donald Trump, quien alegó que los incendios se debían a políticas medioambientales, en lugar de reconocer la magnitud de los desastres naturales exacerbados por el cambio climático.