Durante una conferencia en su mansión de Florida, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, presentó su propuesta de cambiar el nombre del Golfo de México por el de «Golfo de América». Argumentó que el nuevo nombre es «hermoso y apropiado» y reflejaría el trabajo realizado por Estados Unidos en la región. Además, adelantó que su administración impulsará proyectos de explotación petrolera en la zona.
Trump también criticó a México por la situación de seguridad, calificando al país como uno «dirigido por los cárteles» y expresó su preocupación por el creciente déficit comercial con el país. Ante la inmigración irregular, Trump advirtió que impondrá «grandes aranceles» a México y Canadá si no se detiene el flujo migratorio hacia Estados Unidos.