Según el último informe de Latinobarómetro 2024, los salvadoreños califican la democracia de su país con un 7.1 sobre 10, solo por debajo de Uruguay y Costa Rica en la región. Sin embargo, a pesar de esta calificación positiva, el apoyo a la democracia en El Salvador no es mayoritario, lo que refleja una visión compleja y, en algunos casos, contradictoria del sistema democrático en el país.

El estudio revela que la satisfacción de los salvadoreños con la democracia ha experimentado un notable aumento en los últimos años. En 2018, solo el 11 % de la población se declaraba satisfecha con la democracia. Sin embargo, este porcentaje creció al 46 % en 2020, alcanzando el 62 % después de la reelección de Nayib Bukele, a pesar de los señalamientos de que su reelección violaba la prohibición constitucional de reelección consecutiva.

A nivel regional, el informe destaca que la satisfacción con la democracia ha aumentado en todos los países de América Latina, con excepción de Honduras. En este contexto, El Salvador se mantiene como uno de los países con mayor apoyo a la democracia, con un 79 % de los salvadoreños de acuerdo en que la democracia es «el mejor sistema de gobierno», aunque con la aceptación de que «puede tener problemas». Sin embargo, este respaldo se ve marcado por una «incongruencia», ya que un 47 % de la población considera que la democracia es «preferible» a cualquier otra forma de gobierno, lo que refleja un apoyo limitado a la democracia como sistema.

El informe también señala que El Salvador es el país con la mayor incongruencia en su apoyo a la democracia, con una diferencia de 32 puntos entre quienes consideran a la democracia como el mejor sistema de gobierno y quienes expresan dudas sobre su eficacia. A pesar de esta contradicción, el apoyo al autoritarismo sigue siendo bajo. Solo un 15 % de los salvadoreños, una cifra constante desde el año pasado, cree que un gobierno autoritario puede ser preferible en algunas circunstancias, una proporción que es menor que en países como Paraguay, México, Ecuador, Perú y Guatemala.

El informe también destaca que un 26 % de la población en El Salvador se muestra indiferente entre un régimen democrático y uno no democrático, lo que, sumado a la proporción de quienes apoyan el autoritarismo, da como resultado un 41 % de ciudadanos que no muestran un respaldo firme al sistema democrático.

Aunque el apoyo expreso a la democracia en El Salvador ha aumentado ligeramente en el último año, pasando del 46 % al 47 %, esta cifra sigue siendo baja en comparación con otros países de la región, como Argentina, México y Panamá, donde el respaldo a la democracia es más fuerte. En términos de apoyo indirecto a la democracia, El Salvador ocupa un lugar destacado, con un 79 % de la población que, aunque no siempre lo prefiera, reconoce que la democracia es el mejor sistema de gobierno.

El informe de Latinobarómetro 2024 también aborda la situación de la democracia en El Salvador, señalando que, a pesar de las violaciones de derechos humanos y los cambios forzados en las reglas de reelección, no se ha declarado oficialmente que el país haya dejado de ser democrático. En este sentido, el informe señala que, aunque las elecciones continúan siendo un elemento clave de legitimidad democrática, el desempeño del gobierno más allá de las normas democráticas está generando una mayor disputa sobre cuántas democracias existen en la región.

Según el estudio, «La única democracia consolidada en América Latina podría ser la uruguaya. El resto cae en la categoría de democracias no consolidadas», lo que refleja un panorama de incertidumbre respecto al futuro democrático en varios países de la región, incluido El Salvador.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *