Un alto al fuego entre Israel y el grupo islamista libanés Hezbolá comenzó a regir este miércoles a las 4:00 a.m. (hora local), marcando un posible fin a más de un año de enfrentamientos que dejaron miles de muertos y provocaron el desplazamiento masivo en ambas naciones.
El acuerdo de tregua fue negociado con la mediación de Estados Unidos y Francia, en el marco de tensiones regionales exacerbadas por el apoyo de Irán tanto a Hezbolá como al grupo palestino Hamás. Según informes, la tregua tiene una duración inicial de 60 días, durante los cuales las tropas de ambos lados deben retirarse del sur de Líbano para permitir el despliegue del ejército libanés.
Reacciones al Acuerdo
- El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, destacó que la tregua permitirá concentrar los esfuerzos militares en la guerra contra Hamás en Gaza y mantener la vigilancia sobre las acciones de Irán. Netanyahu advirtió que cualquier intento de Hezbolá por rearmarse resultará en una respuesta inmediata de Israel.
- El primer ministro libanés, Nayib Mikati, calificó el cese al fuego como un paso crucial hacia la estabilidad regional y reafirmó el compromiso del Líbano de reforzar la presencia militar en el sur del país.
- Por su parte, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, criticó el acuerdo, considerándolo un «error histórico» que no garantiza la seguridad de los residentes del norte de Israel.
Desde que comenzaron las hostilidades en octubre de 2023, Líbano ha perdido casi 3,800 vidas, y unas 900,000 personas han sido desplazadas, según la ONU. En Israel, los enfrentamientos dejaron 47 civiles y 82 militares muertos.
El conflicto fue desencadenado por el ataque de Hamás en octubre de 2023 contra Israel, que resultó en más de 1,200 muertes israelíes. Desde entonces, Israel ha llevado a cabo una ofensiva masiva en la Franja de Gaza, causando más de 44,000 muertes, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Gaza y datos corroborados por la ONU.
El acuerdo de alto al fuego se fundamenta en la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que prohíbe la presencia de fuerzas no estatales en el sur del Líbano. Un comité internacional supervisará su implementación, mientras que Estados Unidos se comprometió a respaldar militarmente a Israel en caso de nuevas agresiones por parte de Hezbolá.
Aunque el cese al fuego representa una oportunidad para aliviar las tensiones entre Israel y Líbano, persisten los retos de garantizar su cumplimiento y de gestionar las crisis paralelas en Gaza y las relaciones con Irán.
La comunidad internacional estará atenta al desarrollo de esta tregua y sus implicaciones para la seguridad en el Medio Oriente.