En medio de un entorno geopolítico cada vez más complejo, el Pentágono está reevaluando su estrategia nuclear ante la posibilidad de múltiples conflictos simultáneos. Funcionarios estadounidenses expresan preocupación por un escenario en el que Rusia, China y Corea del Norte podrían desatar crisis nucleares concurrentes, desafiando la capacidad de Estados Unidos para manejar tales amenazas.

La administración del presidente Joe Biden está considerando la expansión del arsenal nuclear desplegado, una medida que marcaría un cambio significativo después de décadas de reducción. Este posible incremento podría comenzar en 2026, cuando expire el tratado New START entre Estados Unidos y Rusia, que limita los arsenales nucleares de ambos países. La decisión de aumentar el arsenal dependerá en parte de la postura del próximo presidente, ya sea Kamala Harris, quien podría continuar con los esfuerzos de control de armas, o Donald Trump, quien mostró un enfoque más agresivo en su primer mandato.

El Pentágono y el Comando Estratégico de EE.UU. están cada vez más convencidos de que una nueva carrera armamentista es inminente. Vipin Narang, un alto funcionario del Pentágono, advirtió sobre una “nueva era nuclear”, destacando que Rusia, China y Corea del Norte están expandiendo rápidamente sus arsenales nucleares. Rusia ha amenazado con usar armas nucleares en Ucrania y está desarrollando capacidades para desplegar armas nucleares en órbita. China está aumentando su arsenal significativamente, mientras que Corea del Norte intensifica sus pruebas de misiles y ha firmado un tratado de defensa mutua con Rusia.

Estados Unidos aún sigue cumpliendo con los límites del New START, aunque Rusia ha suspendido partes clave del tratado. La administración Biden ha intensificado sus preparativos para una posible escalada nuclear, incluyendo la preservación de sistemas como el misil de crucero lanzado desde el mar (SLCM-N), que fue inicialmente propuesto para proporcionar opciones nucleares tácticas en conflictos regionales.

El arsenal nuclear global ha disminuido desde su pico en 1986, pero la posibilidad de un nuevo aumento plantea la pregunta de cuántas armas nucleares son necesarias para mantener una disuasión efectiva. Algunos expertos sugieren duplicar el número actual de ojivas desplegadas para enfrentar el creciente poder nuclear de los adversarios, mientras que otros abogan por una disuasión mínima centrada en la capacidad de responder a un ataque nuclear.

A medida que las potencias nucleares globales continúan expandiendo sus arsenales y adaptando sus estrategias, la dinámica de la disuasión nuclear se vuelve más compleja y desafiante, marcando un nuevo capítulo en la competencia nuclear mundial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *