Tras la captura del general Juan José Zúñiga, quien acusó al presidente de Bolivia, Luis Arce, de solicitar acciones para aumentar su popularidad, incluyendo desplegar tanquetas en las calles, el Gobierno de Bolivia emitió un comunicado desmintiendo cualquier insinuación de un autogolpe de Estado ocurrido el miércoles.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, anunció la aprehensión del general Zúñiga durante una conferencia de prensa, subrayando que las acciones del exjefe del ejército fueron consideradas intolerables y un intento de subvertir el orden constitucional.
El presidente Arce y su administración reiteraron su compromiso con la democracia y el estado de derecho, asegurando a la población que las medidas tomadas fueron para preservar la estabilidad y el orden en el país.
La situación sigue siendo objeto de seguimiento por parte de las autoridades bolivianas, quienes continuarán informando conforme avancen las investigaciones sobre este incidente.