El Tribunal 5º de Sentencia de San Salvador ha dictado una condena de ocho años de prisión contra el expresidente Mauricio Funes por su implicación en casos especiales de lavado de dinero y activos relacionados con actos de corrupción ligados a la construcción del puente San Isidro, que conecta Chalatenango y La Libertad.
El juez respaldó las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la República (FGR), las cuales establecieron que Funes benefició a la empresa guatemalteca Servicios Calificados de la Construcción, S.A. (Serdelco S.A.) al adjudicarle ilegalmente un contrato de $8.4 millones para la construcción del puente, a pesar de no cumplir con los requisitos legales. Como contrapartida por esta adjudicación irregular, el exmandatario recibió una avioneta valuada en $1,000,000.00, la cual utilizó para viajes personales y comerciales a varios países.
Según la representante fiscal del caso, los hechos involucraron una negociación ilícita con el empresario guatemalteco Juan Miguel Bolaños, José Miguel Antonio Menéndez Avelar (conocido como Mecafé), todo bajo el respaldo de Mauricio Funes Cartagena, culminando en la adjudicación del contrato para la construcción del puente San Isidro.
Las investigaciones revelaron que Funes y Mecafé compartieron el uso de la avioneta entre los años 2013 y 2016, realizando viajes familiares y de negocio a Estados Unidos, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Honduras y también alquilándola por $1,300.00 la hora.
El puente San Isidro fue considerado crucial por el Ministerio de Obras Públicas (MOP) para mejorar el flujo vial entre el distrito de San Pablo Tacachico en La Libertad y Nueva Concepción en Chalatenango. Sin embargo, debido a irregularidades en la ejecución de la obra, el MOP caducó el contrato y exigió la devolución de la avioneta, la cual nunca fue retornada por Funes y Mecafé, permaneciendo bajo su custodia.