El director del Fondo Solidario para la Salud (Fosalud), Carlos Núñez, confirmó ayer un «leve repunte» en los casos sospechosos de dengue en El Salvador, aunque destacó que no representan una situación de alarma.
«Hemos observado un leve repunte en los casos de dengue, pero no se trata de casos graves. Están dentro de los límites de seguridad», afirmó Núñez al salir de una entrevista en canal 21, donde corroboró el aumento.
Durante la entrevista, Núñez señaló que se ha registrado el doble de pacientes con signos y síntomas de dengue en comparación con años anteriores, aunque recalcó que «no hay motivo para preocuparse». «Sin embargo, el hecho de que tengamos 580 casos detectados, entre posibles y confirmados, es un dato que nos llama la atención», agregó.
Hasta la semana epidemiológica 18, el Ministerio de Salud reportó 2,056 casos sospechosos de dengue, un incremento del 19% en comparación con los 1,732 casos reportados el año anterior para el mismo período.
El sitio de vigilancia epidemiológica también indica que hasta la semana 18 se registraron 33 casos de dengue grave y 147 personas hospitalizadas por sospecha de la enfermedad. Núñez reiteró que no se ha registrado ninguna víctima mortal por dengue.
Según los datos del Ministerio de Salud, los grupos más afectados por los casos sospechosos de dengue son los niños y adolescentes, especialmente entre los 5 y 19 años de edad. Los niños de 5 a 9 años son los más afectados, con cerca de 600 casos, seguidos por los de 10 a 19 años, con más de 570 casos. En tercer lugar se encuentran los niños de 1 a 4 años, con 276 menores con sospecha de dengue.
La Organización Panamericana de la Salud ha alertado sobre un rebrote de dengue en toda la región, especialmente en Sudamérica. Los países centroamericanos, incluido El Salvador, están en alerta debido a esta situación. Guatemala, por ejemplo, ha declarado emergencia nacional por esta enfermedad.
El dengue es una infección causada por el mosquito Aedes aegypti, y esta época del año es propicia para su propagación debido a las condiciones climáticas. Es crucial que la población mantenga la higiene en el hogar y evite la acumulación de agua estancada, que puede servir como criadero para los mosquitos.