A través del plan Cero Ocio, se le brinda a 6 mil reos en fase de confianza la oportunidad de reinsertarse a la sociedad como ciudadanos productivos. Estos internos, que cumplen su pena carcelaria en el Centro Preventivo y de Cumplimiento de Penas de Santa Ana, conocido como la Granjita penitenciaria, participan en diversos proyectos diseñados para su rehabilitación y capacitación.
En la nave industrial sur de la Granjita, los reos elaboran pupitres para escuelas públicas y otros tipos de mobiliario para instalaciones gubernamentales. La recientemente habilitada nave norte cuenta con programas de serigrafía, pintura artística, escultura en barro y madera, entre otras áreas. Estos programas no solo ofrecen habilidades técnicas, sino también un medio para la expresión artística y el desarrollo personal.
El director de la Granjita penitenciaria, Samuel Diaz, explicó el proceso conductual que atraviesan los reos para obtener este beneficio: “Estas personas vienen de un centro de aprendizaje (Centro Penal la Esperanza o Mariona), luego las personas se clasifican y posteriormente con las habilidades que han aprendido, aquí se tecnifican para que puedan trabajar en un área de interés.”
Además, los reos en fase de confianza han creado una galería de arte que exhibe su trabajo, demostrando su capacidad para contribuir positivamente a la comunidad.
Cada área de trabajo en la Granjita penitenciaria está diseñada para preparar a los internos para su reintegración a la sociedad, brindándoles herramientas y habilidades que les permitirán vivir como ciudadanos responsables y productivos una vez recuperen su libertad.