«Estamos aquí haciendo cola por gusto, no seas así, Bukele. Tenemos hambre, desde las 3 de la mañana estamos aquí sin comer. ¿Por qué a la gente que tiene pisto le ha salido (los $300)? Donde yo alquilo le ha salido a la señora el dinero y nosotros qué. No somos nada», así gritó una señora de la tercera edad, evidentemente exaltada y con lagrimas en sus ojos, luego que el CENADE de San Salvador cerrara por orden del presidente de la República, Nayib Bukele.
Desde tempranas horas de este lunes 30 de marzo, decenas de personas abarrotaron los Centro de Atención por Demanda (CENADE) en diferentes departamentos del país, personas que hicieron cola con la esperanza de consultar si han sido beneficiados con los $300 del Gobierno y saber dónde debían reclamar ese subsidio económico.
Sin embargo, aproximadamente a las 8:30 de la mañana, Bukele ordenó el cierre de todos los CENADE porque estaban demasiado llenos. El mandatario salvadoreño recalcó que el reclamo lo pueden hacer “en línea, desde cualquier celular con internet, incluso si es prestado”.
Pero el cierre solo ocasionó molestia y angustia en muchas personas. Muchas de las personas que llegaron este día eran ancianos, mujeres con niños en brazos, personas con enfermedades crónicas o con alguna discapacidad, así como vendedores informales que no han podido salir a ganar el sustento diario por el estado de emergencia nacional y de excepción que existe en El Salvador.
“Si no hacen nada, nosotros los comerciantes del sector informal lo que vamos hacer es abrir nuestros puestos. Los comerciantes del Covid-19 no hemos podido trabajar, así como el presidente prometió esos $300 nosotros hemos cumplido con la cuarentena, pero la cuarentena ya no puede ser porque esto ya se arruinó con este montón de personas”, expresó un joven vendedor que estaba frente a otro CENADE.
Similar situación ocurrió en otros extremos del país, específicamente en el CENADE de San Miguel, donde una vendedora adulta mayor expresó frente a las cámaras de medios de comunicación: “Nosotros vendemos en las calles, tenemos hambre, no tengo dónde vivir, me corrió el dueño, no tengo que comer, por eso le estamos pidiendo, no tengo teléfono ni nada, somos vendedores ambulantes, tenemos que comer, por eso le pedimos al Gobierno de El Salvador”.
“Nosotros necesitamos ese dinero, de todos modos ese dinero que él nos va dar ahorita después lo van a volver a cobrar el pueblo y ¿cómo es posible que mucha gente necesitada no salga beneficiada en eso sino que gente de dinero está saliendo? Que se ponga la mano en la conciencia y que mire la necesidad del pueblo”, reclamó otro vendedor informal en otro punto de San Salvador.
Sobre el tema: Tras largas filas para consultar el beneficio de los $300, Bukele ordena el cierre de los CENADE
En algunos establecimientos de los Centros de Demanda llegó la Unidad del Mantenimiento y del Orden (UMO) para desalojar a las personas y hasta rociaron gas pimienta a los que se aglomeraban frente a dichos lugares.
El Salvador cumple este lunes nueve días con la cuarentena domiciliar obligatoria. Los retrasos y las dudas en la entrega del subsidio fueron las que provocaron estas aglomeraciones en los CENADE, corriendo el riesgo de contagios de Covid-19, pues hasta ahora las autoridades de Salud han manifestado que no saben si el virus ya anda en las calles.
Foto: captura de pantalla de un video donde un policía rocía gas pimienta a las personas frente a un CENADE