Una jueza federal estadounidense, Paula Xinis, del Tribunal de Distrito en Maryland, expresó este viernes sus dudas sobre la legalidad de mantener detenido a Kilmar Ábrego García, salvadoreño bajo custodia migratoria. La audiencia buscaba que la administración del presidente Donald Trump demostrara la existencia de planes legítimos de deportación.

La jueza indicó que el gobierno ha cambiado repetidamente sus argumentos, generando un caso “totalmente inconsistente” y dejando abierta la posibilidad de liberar al inmigrante.

Ábrego García vivía con su esposa estadounidense y sus tres hijos en Maryland antes de ser deportado erróneamente a El Salvador, donde permaneció meses en la cárcel de máxima seguridad CECOT, pese a contar con protección legal en EE.UU. debido al riesgo de persecución en su país natal.

Tras su regreso a EE.UU., las autoridades ofrecieron un acuerdo de culpabilidad por tráfico humano a cambio de su traslado a Costa Rica, pero el salvadoreño lo rechazó. Ahora, el gobierno estadounidense intenta deportarlo a Esuatini, después de que Ghana y Uganda rechazaran recibirlo.

La Casa Blanca ha insistido en que Ábrego García es considerado “peligroso” por supuestos vínculos con pandillas centroamericanas, acusación que él niega enérgicamente.

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