El Congreso de Perú destituyó la noche del jueves a la presidenta Dina Boluarte por “permanente incapacidad moral”, en medio de una creciente ola de violencia criminal y a seis meses de las elecciones generales previstas para abril de 2026. La decisión fue aprobada por 122 votos de 130 congresistas, superando ampliamente los 87 requeridos.

Boluarte, quien asumió la presidencia en diciembre de 2022 tras la destitución de Pedro Castillo, contaba con apenas un 3 % de aprobación y enfrentaba múltiples investigaciones por corrupción, enriquecimiento ilícito y abuso de poder, incluyendo el caso “Rolexgate” y presuntas reuniones irregulares con la exfiscal Patricia Benavides.

Durante su mandato, también se le criticó por su falta de respuesta ante la violencia social y criminal, incluida la muerte de más de 50 personas en protestas tras su llegada al poder y el ataque armado contra la agrupación musical Agua Marina en Lima.

En reemplazo de Boluarte, asumió como presidente interino José Jerí, titular del Congreso, quien prometió actuar con “humildad, empatía y reconciliación nacional”, combatir a las bandas criminales y garantizar un proceso electoral limpio. A sus 38 años, Jerí se convierte en el séptimo presidente de Perú desde 2016, sumándose a una serie de cambios presidenciales que reflejan la inestabilidad política del país.

Boluarte gobernó sin bancada propia ni partido político, apoyada únicamente por partidos conservadores que terminaron por retirar su respaldo ante la falta de resultados frente a la inseguridad y la crisis social. Su salida reabre además los procesos penales pendientes que habían sido suspendidos durante su mandato por el fuero presidencial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *