El Salvador fue uno de los países más golpeados por los ciberataques en Latinoamérica durante 2024, con más de 600,000 incidentes reportados, de acuerdo con la firma tecnológica suiza Acronis.
Guillermo Márquez, manager solution engineer de la empresa para Latinoamérica, advirtió que la cifra real pudo haber sido mayor, ya que muchos casos no se reportan por motivos de seguridad o desconocimiento. “El número se ha ido incrementando de forma exponencial y continuará creciendo en países con menos medidas de seguridad”, señaló.
El sector financiero es uno de los principales blancos de los atacantes, aunque también se han visto comprometidos los servicios hoteleros, profesionales y de salud. Uno de los casos destacados en 2024 fue la filtración de datos del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), atribuida a un ataque en la cadena de suministro a través de un proveedor.
En abril de 2025, el Ministerio de Hacienda confirmó que la institución sufre ataques cibernéticos a diario, lo que refuerza la advertencia de los especialistas.
Según Acronis, El Salvador fue el país más afectado de la región en 2024, dentro de los más de 1.5 millones de ataques registrados en Centroamérica. La dolarización y la adopción del bitcoin como moneda de curso legal en el pasado, explican en parte el interés de los ciberdelincuentes en el país.
La compañía también alertó sobre la debilidad en la formación profesional en el área: se estima que en El Salvador hay apenas 300 personas certificadas en ciberseguridad, y únicamente dos universidades ofrecen programas especializados: la Don Bosco y la Francisco Gavidia.
El incremento anual de ataques en el país se calcula entre 25 % y 30 %, tendencia similar a la observada a nivel mundial.
Por su parte, José Antonio González, gerente regional de Riesgos de la empresa ESET para Centroamérica y República Dominicana, destacó que los datos se han convertido en “el oro negro” de la actualidad y llamó a las empresas a integrar la ciberseguridad en su cultura organizacional.
ESET recomienda que las compañías implementen políticas internas, protocolos de protección y capacitaciones constantes para sus empleados, al tiempo que los usuarios deben evitar ingresar a enlaces sospechosos y cumplir con los lineamientos de seguridad.
De acuerdo con un informe de McKinsey & Company citado por ESET, la inversión mundial en ciberseguridad superó los 200 millones de dólares en 2024, lo que refleja la creciente importancia de la protección digital.