El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes una orden ejecutiva que declara al movimiento Antifa como organización terrorista, en una ceremonia realizada en memoria del activista ultra-conservador Charlie Kirk, asesinado el 10 de septiembre en un campus universitario de Utah.
Antifa —abreviatura de antifascista— agrupa a diversos colectivos de extrema izquierda que participan en protestas y desobediencia civil. La orden ejecutiva califica al movimiento como una “empresa militarista y anarquista que llama explícitamente al derrocamiento del Gobierno de Estados Unidos” y que emplea “violencia y terrorismo” para suprimir la libertad de expresión.
La medida permite a las autoridades estadounidenses actuar contra “cualquier persona que afirme actuar en nombre de Antifa” o que haya recibido “apoyo material” del movimiento.
Trump ha señalado que Antifa ha cometido delitos como violencia contra la policía y ha estado implicado en hechos como el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021. Durante su primer mandato, ya había amenazado con medidas contra este grupo.
Históricamente, el nombre Antifa proviene de los grupos socialistas de la Alemania de 1930 que se opusieron a Hitler. Actualmente, activistas alineados con el movimiento participan en protestas contra el racismo y otras formas de injusticia social.
El presunto atacante de Charlie Kirk, Tyler Robinson, de 22 años, enfrenta cargos por asesinato, mientras que la decisión de Trump ha generado debate sobre la definición y el alcance de lo que constituye Antifa.