Durante 2024, El Salvador ha recibido la visita de varias delegaciones del Congreso y el Senado de Estados Unidos interesadas en conocer de primera mano los resultados de la estrategia de seguridad implementada por el presidente Nayib Bukele.
La visita más reciente fue la del senador republicano Ted Cruz, quien a finales de agosto sostuvo un encuentro con el mandatario salvadoreño y el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro. Cruz destacó que el país ha pasado de figurar entre los más violentos del mundo a ser uno de los más seguros, gracias a políticas como el Plan Control Territorial y el régimen de excepción.
Great to visit and discuss the battle against gangs and terrorism being waged by El Salvador with @nayibbukele, Justice Minister Villatoro, and other officials.
They have lowered murder rates by 98%.
There are lessons here for the region and beyond. pic.twitter.com/iB2GCmdkid
— Senator Ted Cruz (@SenTedCruz) August 28, 2025
“Lo que observo aquí es un cambio sin precedentes. La reducción de homicidios es prácticamente total y representa un modelo que otros países deberían considerar”, afirmó el senador en sus redes sociales. También recomendó a México seguir el ejemplo salvadoreño en su lucha contra la criminalidad.
En mayo, otros legisladores estadounidenses —Anna Paulina Luna, Andy Ogles y Vicente González— también visitaron San Salvador y coincidieron en resaltar los avances del Gobierno en la recuperación de territorios, la prevención de la violencia y el fortalecimiento de las instituciones de seguridad.
Para especialistas en temas políticos y de seguridad como Rafael Góchez y Nelson Flores, estas visitas reflejan un cambio en la relación bilateral. Según explican, el respaldo de congresistas de ambos partidos posiciona a El Salvador como un aliado clave para Estados Unidos en áreas sensibles como seguridad regional, migración, combate al narcotráfico y lucha contra el terrorismo.
De acuerdo con Flores, estas delegaciones han podido constatar directamente los resultados de las políticas aplicadas en los últimos años, mientras que Góchez subraya que el acercamiento también abre espacio a que Estados Unidos evalúe la posibilidad de adaptar en su propio territorio algunas de las medidas que se aplican en El Salvador.