Burkina Faso se convirtió en el país más reciente en penalizar la homosexualidad. Una nueva ley establece penas de dos a cinco años de prisión y multas para quienes mantengan relaciones entre personas del mismo sexo. Con esta medida, la nación de África occidental pasa a formar parte de los 65 Estados miembros de la ONU que criminalizan la homosexualidad, según Human Dignity Trust.
La normativa se inscribe en un auge del discurso anti-LGBTI en África. En 2024, Mali tipificó la homosexualidad como delito e incluyó sanciones contra personas transgénero; Ghana aprobó cárcel para quienes se identifiquen como homosexuales; mientras que Uganda adoptó en 2023 una de las leyes más severas del mundo, que contempla la pena de muerte en casos agravados.
En países como Mauritania, Nigeria y Somalia, así como en Arabia Saudí, Irán y Yemen, la pena capital ya se aplica contra personas homosexuales. Afganistán y Pakistán mantienen esa posibilidad en su marco legal.
En Asia, Malasia conserva una ley heredada del periodo colonial británico que castiga la sodomía con hasta 20 años de cárcel, y en Indonesia la homosexualidad es legal excepto en la provincia de Aceh, donde rige la sharía. Organizaciones como Human Rights Watch alertan sobre un clima “cada vez más hostil” hacia la comunidad.
En el Caribe, países como Granada, Guyana, Jamaica y San Vicente y las Granadinas mantienen leyes de sodomía coloniales.
En Europa, Hungría ha sido señalado como el país más restrictivo tras prohibir reuniones que promuevan la homosexualidad o el cambio de sexo, lo que generó tensiones con la Unión Europea.
En América, también se reportan retrocesos. En Estados Unidos, el presidente Donald Trump ha impulsado medidas como la eliminación del género “X” en pasaportes, la exclusión de personas trans en Fuerzas Armadas y deportes femeninos, y el retiro del reconocimiento legal a personas no binarias. En Argentina, el gobierno de Javier Milei enfrenta críticas por desmantelar instituciones de género y por declaraciones que asocian la homosexualidad con la pedofilia.
Organismos internacionales y activistas advierten que la comunidad LGBTI enfrenta un panorama global cada vez más adverso, a pesar de avances en otras naciones hacia la igualdad y la protección de derechos.