El presidente, Nayib Bukele, ha expresado públicamente su desacuerdo con los mapas sobre la calidad democrática mundial, como los elaborados por la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU). A través de su cuenta de Twitter, Bukele ironizó sobre el «Índice de la Democracia 2022», señalando que los países que obtenían los puntajes más altos en este mapa eran «monarquías hereditarias» y «regímenes que prohíben a sus oponentes».
Nothing against monarchies (at all), but if this is a “democracy” map, why are the top scores going to hereditary monarchies and regimes that ban their opponents? 😂 https://t.co/j4eFRwg0Qj
— Nayib Bukele (@nayibbukele) May 8, 2025
En uno de sus comentarios más recientes, Bukele cuestionó la coherencia del índice, preguntándose: “¿Por qué las puntuaciones más altas las obtienen las monarquías hereditarias y los regímenes que prohíben a sus oponentes?” Esta reflexión vino acompañada de un emoticono de carcajada, demostrando su desdén por las clasificaciones que asignan altos puntajes a naciones que, según él, no cumplen con los estándares democráticos que se les atribuyen.
El mapa en cuestión, basado en el Índice de Democracia 2022, clasifica a El Salvador como un “régimen híbrido” con un puntaje de 5.06, que lo coloca por encima de países como Guatemala (4.68) y Nicaragua (2.5), pero por debajo de Costa Rica (8.29). Este informe ha destacado una disminución en la calidad democrática del país bajo el liderazgo de Bukele, mencionando que “el estado de la democracia en El Salvador empeoró significativamente año tras año”.