El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó este sábado su entusiasmo por la próxima reunión que sostendrá con su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, el lunes en Washington, a la que se refirió de manera informal como «presidente B». Trump destacó en un mensaje en su red social Truth Social la «generosidad» de Bukele por colaborar en el combate contra las pandillas, mencionando específicamente la colaboración de El Salvador en la encarcelación de presuntos miembros de grupos criminales internacionales, como la Mara Salvatrucha (MS-13) y el Tren de Aragua (TdA), en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot).

«¡Estoy deseoso de ver al presidente Bukele de El Salvador el lunes!» comenzó Trump su mensaje, agradeciendo la cooperación de El Salvador en la lucha contra las organizaciones terroristas. «El presidente Bukele ha aceptado con generosidad bajo su custodia a algunos de los enemigos extranjeros más violentos del mundo, y en particular, de Estados Unidos», añadió.


Trump también destacó la importancia de esta colaboración para ambos países, señalando que «trabajan en estrecha colaboración para erradicar las organizaciones terroristas y construir un futuro de prosperidad». El mandatario estadounidense remarcó que los individuos que han sido enviados a El Salvador «están ahora bajo la custodia exclusiva de El Salvador, una nación orgullosa y soberana, y su futuro depende del presidente B y su gobierno. ¡Nunca más amenazarán a nuestros ciudadanos!».

Esta será la primera vez que Trump reciba a Bukele en la Casa Blanca desde su regreso a la presidencia en enero, un encuentro que subraya la creciente relación bilateral entre ambos líderes, quienes han mantenido un enfoque común en temas de seguridad y migración. Aunque Trump ha tenido reuniones con otros jefes de Estado latinoamericanos, la de Bukele será en la residencia presidencial en lugar de su habitual residencia privada en Mar-a-Lago, lo que resalta la importancia de la visita.

El encuentro se centrará principalmente en la cooperación de El Salvador en la ofensiva antiinmigración del gobierno de Trump, un tema que ha sido de gran importancia en la agenda bilateral. Se espera que se discuta un acuerdo sobre migración, aunque los detalles aún son escasos más allá del pago de 6 millones de dólares por parte de Washington a El Salvador, como parte de este esfuerzo conjunto.

Trump ha sido particularmente enfático en su discurso sobre el Tren de Aragua, al que ha acusado de invadir su territorio, y ha recurrido a la ley de Enemigos Extranjeros de 1897 para acelerar los procesos de deportación de miembros de esta organización criminal. Esta ley fue utilizada en el operativo del 15 de marzo, cuando se deportaron a 238 venezolanos y 23 salvadoreños acusados de ser pandilleros. No obstante, esta medida ha sido objeto de controversia, especialmente tras el caso del salvadoreño Kilmar Ábrego García, quien fue deportado por error, a pesar de que un juez había ordenado que no fuera repatriado.

En respuesta a esta situación, el presidente Trump expresó su intención de cumplir con las órdenes de la Corte Suprema de Estados Unidos, que ha dictaminado que Ábrego García debe ser devuelto al país, lo que podría ocurrir durante el encuentro con Bukele el lunes. La inclusión de este caso en la agenda subraya el compromiso de ambos países para resolver problemas migratorios complejos y garantizar la seguridad en la región.

La visita de Bukele a Washington será un paso significativo en la relación entre ambos países, consolidando una cooperación más estrecha en áreas clave como seguridad, migración y lucha contra el crimen organizado transnacional.

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