El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está listo para dar un paso significativo en su política comercial este miércoles, cuando se espera que anuncie la implementación de tarifas aduaneras «recíprocas». Este anuncio, que se llevará a cabo el 2 de abril, tiene como objetivo cambiar las reglas del comercio internacional al imponer barreras comerciales basadas en los aranceles que otros países aplican a los productos estadounidenses, entre otros factores.
Trump ha explicado que las nuevas tarifas se aplicarán de manera flexible, comenzando con todos los países y ajustándose según lo que suceda. «Empezaríamos con todos los países, y vemos qué sucede», señaló el presidente a los periodistas a bordo del Air Force One. Aunque no especificó cuántos países se verán afectados, mencionó que no hay un límite en cuanto a la cantidad de naciones que podrían estar en la mira, insinuando que podrían ser entre 10 y 15.
Este anuncio ha generado gran expectación, especialmente porque se esperaba que las tarifas impuestas fueran del 15 % y se enfocaran en los países con los que Estados Unidos mantiene los mayores desequilibrios comerciales. En este contexto, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, había mencionado previamente que los países en cuestión formarían parte de lo que se ha denominado «Los sucios 15».
Trump ha defendido su postura, afirmando que Estados Unidos ha sido «estafado» en el comercio global, en especial por sus aliados, y asegura que, si bien su país ha sido tratado injustamente, será «mucho más amable de lo que ellos fueron con nosotros». Este enfoque refleja la visión proteccionista del presidente, quien ha buscado de manera constante reducir el déficit comercial de Estados Unidos y fortalecer su industria local.
El plan concreto del presidente sigue siendo incierto, lo que aumenta las tensiones entre las naciones que podrían verse afectadas. China y Canadá ya han comenzado a responder a las tarifas impuestas por Estados Unidos, y la Unión Europea ha prometido tomar medidas similares si las nuevas políticas se implementan. En este escenario, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, advirtió que Europa enfrenta un «momento existencial», subrayando la necesidad de que el continente se una para tomar decisiones colectivas sobre cómo abordar los nuevos desafíos comerciales.
Además, a partir del 3 de abril, Estados Unidos tiene previsto imponer aranceles del 25 % sobre los vehículos fabricados fuera del país, lo que podría afectar aún más las relaciones comerciales globales y desencadenar una serie de represalias de los socios comerciales de Estados Unidos.
Este «Día de la Liberación», como lo ha denominado Trump, podría marcar un antes y un después en las relaciones comerciales internacionales, ya que las decisiones que se tomen en los próximos días tendrán un impacto significativo en la economía global y en la dinámica de los acuerdos comerciales.