El próximo 27 de marzo se conmemoran tres años desde que el gobierno del presidente Nayib Bukele implementó el régimen de excepción, una medida constitucional que transformó radicalmente la lucha contra las pandillas en El Salvador. Esta herramienta, diseñada para combatir la criminalidad y devolverle la paz y tranquilidad a los salvadoreños, ha dado resultados históricos en la reducción de la violencia.

Un giro radical en la seguridad: de país más violento a el más seguro del hemisferio

Uno de los logros más destacados de esta «guerra contra las pandillas» es la drástica disminución de la tasa de homicidios. Según los últimos datos disponibles, El Salvador ha logrado posicionarse como la nación más segura del hemisferio occidental en 2024, con una tasa de homicidios de solo 1.9 por cada 100,000 habitantes. Este cambio ha sido tan significativo que el país, que alguna vez ostentó el triste título de ser el más violento del mundo, ha logrado convertirse en el más pacífico.

El presidente Bukele proyecta que para 2025 El Salvador podría reducir aún más esta tasa, acercándose a menos de 1 homicidio por cada 100,000 habitantes. «De continuar esta tendencia, cerraríamos el 2025 con menos de 1 homicidio por cada 100,000 habitantes, acercándonos más a nuestra meta de convertirnos en el país más seguro del mundo», declaró el mandatario.

Régimen de Excepción: Una herramienta para erradicar a las pandillas

El régimen de excepción fue aprobado por la Asamblea Legislativa en marzo de 2022, luego de una ola de 87 asesinatos cometidos por pandilleros. La medida se ha consolidado como un pilar central en la estrategia del gobierno para acabar con la violencia y garantizar la seguridad de los ciudadanos. Con la desarticulación de las principales estructuras de mando de las maras como la MS-13, la pandilla 18, y otros grupos terroristas, El Salvador ha logrado ponerle freno al poder de las pandillas.

Desde la implementación del régimen de excepción, más de 87,000 pandilleros han sido detenidos entre marzo de 2019 y febrero de 2025. La instalación de cercos de seguridad en las zonas con mayor presencia de maras ha sido fundamental para el control del territorio y la recuperación de comunidades emblemáticas como La Campanera, en Soyapango, que antes era uno de los bastiones de los pandilleros.

Reformas legales que acorralan a los mareros

Una de las claves del éxito del régimen de excepción ha sido el conjunto de reformas legales que acompañaron la medida. Entre las principales reformas destacan:

  • Condenas de hasta 45 años de prisión para los cabecillas, colaboradores y financistas de las pandillas.
  • La reforma al Código Penal y a la Ley Reguladora de las Actividades Relativas a las Drogas, que permite penas de hasta 30 años de prisión para los pandilleros involucrados en delitos relacionados con el narcotráfico.
  • Modificaciones al Código Procesal Penal para garantizar la protección de los jueces y evitar la aplicación de medidas alternativas para los delitos graves.

Estas reformas han permitido un endurecimiento de las penas para quienes forman parte de organizaciones terroristas, con penas de hasta 60 años para los cabecillas y hasta 20 años para los menores involucrados en estos grupos.

El trabajo articulado entre los tres órganos del Estado

Una de las características más destacadas de la lucha contra las pandillas en El Salvador ha sido la colaboración estrecha entre los tres órganos del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El fiscal general, Rodolfo Delgado, ha enfatizado la importancia de cortar de raíz el reclutamiento de menores de edad por parte de las pandillas, una de las principales preocupaciones del gobierno.

Bukele: «El régimen de excepción nos ha permitido saborear la paz»

En su discurso durante la celebración de sus primeros cuatro años de gestión, el presidente Bukele destacó los avances en materia de seguridad que ha logrado el país. “El régimen de excepción nos ha permitido saborear por fin la paz”, expresó ante la Asamblea Legislativa. El mandatario recordó que, gracias a este esfuerzo, los salvadoreños hoy pueden caminar por las calles sin el temor constante de ser víctimas de las pandillas.

«Hoy, la nueva normalidad es caminar por calles donde antes no se podía, a cualquier hora del día, sin temor alguno. Vivir en un país seguro es algo que muchos no imaginaban posible, pero lo hemos logrado», concluyó Bukele.

El futuro de la seguridad en El Salvador

El régimen de excepción sigue siendo un tema polémico, pero lo que es indiscutible es que ha logrado transformar la realidad de El Salvador. Con el apoyo de reformas legales y la colaboración de todos los poderes del Estado, el país ha dado un paso firme hacia la paz y la seguridad. A medida que la tendencia de reducción de homicidios continúa, la esperanza de los salvadoreños de vivir en un entorno seguro sigue creciendo.

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