El pasado viernes, el Senado de Estados Unidos, bajo control republicano, aprobó un proyecto de presupuesto que autoriza la liberación de fondos solicitados por el gobierno de Donald Trump para fortalecer la seguridad en la frontera y financiar otras prioridades clave. No obstante, el proyecto no cuenta con el respaldo del presidente, lo que añade incertidumbre al futuro de esta medida.

El proyecto, que no incluye los recortes de impuestos propuestos por Trump, fue aprobado después de una maratónica sesión de votación que se extendió toda la noche, durante la cual se debatieron numerosas enmiendas presentadas por los senadores demócratas. La presión ahora se traslada a la Cámara de Representantes, donde los líderes republicanos han expresado su deseo de aprobar una versión más amplia del presupuesto, que incluiría los ansiados recortes de impuestos para grandes empresas, tal como lo ha solicitado el presidente Trump.

El Senado validó una resolución que permitirá la aprobación del presupuesto con una mayoría simple, en lugar de los 60 votos que tradicionalmente se requieren. Aunque los republicanos controlan el Senado, su mayoría es reducida, con solo 53 bancas, lo que hace que el panorama para futuras negociaciones sea aún incierto.

Para que el presupuesto se convierta en ley, deberá pasar también por la Cámara de Representantes, donde los republicanos mantienen una mayoría más estrecha. La versión de presupuesto aprobada por el Senado podría ser vista como un compromiso a corto plazo si no se llega a un acuerdo sobre un proyecto más amplio en la Cámara de Representantes.

El liderazgo republicano en la Cámara baja prefiere la propuesta más extensa, que incluiría la extensión de los créditos fiscales implementados durante el primer mandato de Trump, los cuales están programados para expirar a finales de este año. Sin embargo, los conservadores de línea más dura podrían tratar de reducir el gasto en programas federales de gran alcance, como Medicare y Medicaid, con el fin de equilibrar el costo de las medidas fiscales de Trump.

El futuro del presupuesto y las políticas fiscales aún están en juego, y las negociaciones en la Cámara de Representantes serán cruciales para determinar la dirección que tomará el país en los próximos meses.

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