El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, respondió contundentemente a las críticas de la oposición sobre las obras de remodelación en el hospital Rosales, considerado un patrimonio nacional. En un mensaje publicado en la red social X, el mandatario afirmó que son precisamente los opositores quienes, al permitir que el hospital se convirtiera en lo que él calificó como una “casa del terror”, no tienen moral para presentar quejas. Bukele señaló que cualquier persona que haya tenido que recurrir a este centro hospitalario sabe que sus condiciones eran tan precarias que ningún salvadoreño debería haber sido atendido allí.


El mandatario remarcó que el pueblo salvadoreño merece un hospital digno y moderno, y aseguró que muy pronto se ofrecerá una nueva infraestructura. Estas declaraciones surgen en medio de las críticas sobre la intervención de la Dirección de Obras Municipales (DOM), que ha comenzado a trabajar en los pabellones históricos del hospital, lo que ha generado controversia debido a su valor patrimonial. La oposición ha señalado que estas acciones están llevando a la destrucción del hospital.

Bukele defendió las intervenciones realizadas en el hospital, argumentando que la infraestructura existente no era funcional y que no podía recibir mantenimiento debido a su deterioro. En este sentido, el ministro de Salud, Francisco Alabí, agregó que las estructuras de soporte en los pabellones históricos ya no eran viables y que la demolición era una necesidad para evitar un colapso.

Por otro lado, el historiador Carlos Cañas Dinarte denunció la demolición de materiales originales del hospital, como las láminas fabricadas en Bélgica. A pesar de la controversia, las autoridades confirmaron que la construcción del nuevo hospital Rosales continúa y se espera que esté listo para su inauguración en algún momento de 2025, lo que ha sido calificado como uno de los proyectos más esperados del país.

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