El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue centrando sus críticas en el manejo de desastres naturales en diversos estados del país, especialmente en California, mientras se prepara para un posible regreso a la política activa. Durante recientes entrevistas, Trump ha reiterado su postura de que la respuesta federal a los desastres naturales debe ser revisada y ha señalado a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) como una de las instituciones clave a la que debe prestarse atención.

Trump, quien busca liderar una «resistencia» contra el actual presidente republicano, ha enfocado gran parte de su discurso en California, donde el gobernador Gavin Newsom ha estado al frente de los esfuerzos para abordar los incendios forestales. El expresidente ha amenazado con recortar las ayudas federales para combatir los incendios en Los Ángeles si las autoridades californianas no implementan cambios significativos en la gestión del agua del estado, específicamente en lo que respecta al flujo de agua entre el norte y el sur de California. Trump ha afirmado, sin evidencia, que los esfuerzos para mitigar los incendios se ven obstaculizados por las políticas medioambientales que desviarían el agua de lluvia para proteger especies de peces.


El presidente ha subrayado en varias ocasiones que prefiere que los estados gestionen sus propios desastres en lugar de depender de la asistencia federal, lo que ha generado preocupación en algunos sectores que temen una disminución en la capacidad de respuesta ante emergencias.

Por otro lado, la tragedia causada por el huracán Helene en Carolina del Norte en octubre, que dejó 104 muertos, también ha sido motivo de críticas por parte de Trump hacia la administración Biden-Harris. Christy Edwards, una residente de Carolina del Norte que perdió su taller debido a los efectos del huracán, ha expresado su frustración al señalar que los esfuerzos de ayuda fueron insuficientes y espera que, con la llegada de Trump a la Casa Blanca, haya «más recursos, más equipos para limpiar». La afirmación de Trump de que algunas áreas republicanas del estado fueron ignoradas en los esfuerzos de recuperación se mantiene sin pruebas que la respalden, pero sigue siendo un tema central de su discurso.

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