El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el martes un ambicioso megaproyecto de inteligencia artificial (IA) denominado Stargate, que supondrá inversiones de «al menos 500 mil millones de dólares» en el país. El proyecto busca impulsar la infraestructura necesaria para avanzar en la próxima generación de tecnología de IA y se llevará a cabo con el respaldo de gigantes tecnológicos como SoftBank, Oracle y OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT.
Flanqueado en la Casa Blanca por figuras clave del sector tecnológico, incluyendo a Larry Ellison (CEO de Oracle), Sam Altman (CEO de OpenAI) y Masayoshi Son (fundador de SoftBank), Trump destacó que esta nueva empresa estadounidense representa una «declaración de confianza en el potencial de Estados Unidos bajo un nuevo presidente». Este anuncio se produce un día después de su investidura para un segundo mandato.
El proyecto Stargate tiene como objetivo la construcción de una infraestructura física y virtual que permita el avance de la IA en el país, con la edificación de «centros de datos colosales» para satisfacer las crecientes demandas tecnológicas. Trump subrayó que, para lograrlo, se trabajará en conjunto con las principales empresas tecnológicas y fabricantes, quienes proveerán los recursos y la experiencia para construir los centros de datos y equipar la nueva infraestructura.
El gigante japonés SoftBank y la compañía OpenAI, creadora del famoso robot conversacional ChatGPT, liderarán el proyecto. SoftBank se encargará de la parte financiera, mientras que OpenAI se responsabilizará de las operaciones del nuevo proyecto. Además, se ha confirmado la participación inicial de grandes empresas como Arm, Microsoft, NVIDIA, Oracle, y OpenAI como los principales socios tecnológicos.
Según un comunicado de OpenAI, la construcción del proyecto ya ha comenzado en Texas, y se están evaluando otras ubicaciones en todo Estados Unidos para futuros campus, conforme se finalicen los acuerdos definitivos.
Este anuncio se produce al mismo tiempo que Trump rescindió una orden ejecutiva implementada por su predecesor, el demócrata Joe Biden, que introducía medidas de supervisión y control sobre las empresas encargadas de desarrollar modelos de IA potentes. La derogación de dicha orden deja a Estados Unidos sin directrices nacionales claras para el desarrollo de la inteligencia artificial, aunque se sabe que varios estados han comenzado a desarrollar sus propias normativas.
Trump defendió la necesidad de acelerar la innovación y el desarrollo en este sector estratégico, sin las restricciones de supervisión federales, y subrayó que el proyecto Stargate contribuirá significativamente al liderazgo de Estados Unidos en la revolución tecnológica global.