El presidente electo Donald Trump celebró este lunes su regreso al poder durante su discurso de investidura, agradeciendo a los millones de estadounidenses que le brindaron su apoyo, con especial énfasis en las comunidades latina y negra.

“A las comunidades negra e hispana, quiero agradecerles por la tremenda muestra de amor y confianza que me han demostrado con su voto. Hemos batido récords y no lo olvidaré”, afirmó Trump desde la Rotonda del Capitolio, rodeado de miles de personas.

El mandatario entrante también destacó la importancia del Día de Martin Luther King, rindiendo homenaje al líder de los derechos civiles y reafirmando su compromiso con las comunidades afroamericanas.

En su intervención, Trump expresó su agradecimiento a quienes lo respaldaron a lo largo de su campaña, señalando que sus voces fueron escuchadas y que en los próximos años trabajará para cumplir sus promesas. “He escuchado sus voces en la campaña y espero trabajar con ustedes en los próximos años”, añadió.

Sin embargo, el tono de su discurso no estuvo exento de controversia. Trump arremetió contra la inmigración indocumentada, reiterando sus comentarios previos sobre quienes cruzan la frontera sur de Estados Unidos, calificándolos como criminales provenientes de prisiones e instituciones psiquiátricas. “Quienes ingresan al país ilegalmente no son nuestros amigos, son una amenaza para la seguridad nacional”, señaló.

Estas declaraciones se producen en un contexto marcado por las amenazas de deportaciones masivas que podrían afectar a millones de familias, muchas de ellas con miembros de estatus migratorio mixto. De acuerdo con fuentes cercanas a la administración entrante, estas acciones podrían impactar a hasta 4 millones de personas.

A pesar de las tensiones generadas por sus comentarios sobre inmigración, varios manifestantes en Chicago, donde se realizó una protesta contra su investidura, expresaron sus sentimientos con respecto a sus políticas. Lourdes Hurtado, periodista de Noticias Telemundo, entrevistó a un manifestante que afirmó: «Somos trabajadores, no criminales».

El discurso de Trump, cargado de contrastes, reflejó la polarización que ha marcado su mandato anterior y que sigue siendo un tema central en su regreso al poder. La nación permanece atenta a cómo las políticas migratorias de su administración impactarán a los millones de inmigrantes que viven en los Estados Unidos.

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