Tras más de cinco horas de deliberaciones, el Gobierno de Israel aprobó esta madrugada un acuerdo de alto el fuego e intercambio de rehenes con el grupo islamista Hamás, con el objetivo de poner fin a la escalada de violencia en Gaza.
El acuerdo, presentado inicialmente el pasado miércoles, fue ratificado por el gabinete del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. En esta primera etapa, Hamás liberará a 33 rehenes israelíes a cambio de la excarcelación de un número aún no especificado de presos palestinos por parte de Israel.
Las partes han establecido la implementación de una segunda y tercera fase, cuyos detalles serán definidos conforme avancen las acciones de liberación. Este esfuerzo busca aliviar la crisis humanitaria y reducir la tensión en el enclave palestino.
Desde la toma militar de Rafah por Israel el pasado 7 de mayo, el país controla todos los puntos de acceso a Gaza, una franja gobernada por Hamás desde 2007. En los últimos 15 meses de enfrentamientos, más de 47,800 personas han perdido la vida, y cerca del 90 % de la población ha sido desplazada de sus hogares, agravando una ya crítica situación humanitaria.
Este acuerdo representa un paso crucial hacia una posible estabilización de la región, aunque la comunidad internacional sigue atenta al desarrollo de los compromisos establecidos por ambas partes.