Un grupo de 11,500 artistas y creadores, incluidos Björn Ulvaeus de ABBA, Thom Yorke de Radiohead y la actriz Julianne Moore, han firmado una declaración conjunta para alertar sobre el uso no autorizado de sus obras en el entrenamiento de tecnologías de inteligencia artificial (IA). El manifiesto advierte que «el uso sin licencia de obras creativas para entrenar una IA generativa es una amenaza importante e injusta para los medios de vida de quienes crean estas obras».
La iniciativa fue organizada por Ed Newton-Rex, un compositor británico y exejecutivo de una empresa de IA. En una entrevista con The Guardian, Newton-Rex explicó que el desarrollo de modelos de inteligencia artificial requiere tres recursos clave: personas, computación y datos. “Mientras que las empresas gastan enormes sumas en los dos primeros, esperan obtener el tercero de forma gratuita”, afirmó.
La Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI), que representa a la industria musical global, también se ha unido a esta causa, así como escritores reconocidos, como el Premio Nobel japonés Kazuo Ishiguro. El Comité de Compositores Británico (CMM) subrayó en la red social X la necesidad de contar con un «consentimiento explícito» de los compositores antes de utilizar su música para entrenar IA, pidiendo una compensación justa por su trabajo.
La semana pasada, el Financial Times informó que el Gobierno británico estaba considerando un plan que permitiría a las empresas de IA extraer contenido de editores y artistas a menos que se «excluyan voluntariamente», aunque esta medida está en espera hasta después del anuncio del presupuesto el 30 de octubre. Newton-Rex expresó que sería “totalmente injusto” cargar a los creadores con la responsabilidad de excluirse, y cuestionó la idoneidad de un plan que no beneficie a los creativos.
Este manifiesto se produce en un contexto de «batallas legales» entre artistas y la industria tecnológica. En Estados Unidos, escritores como John Grisham y George RR Martin han demandado a OpenAI por presuntas violaciones a sus derechos de autor. Además, importantes sellos discográficos como Sony Music, Universal Music Group y Warner Records han tomado acciones legales contra aplicaciones de generación de música con inteligencia artificial, como Suno y Udio.
La creciente preocupación sobre el uso de obras creativas en el ámbito de la IA resalta la necesidad de establecer regulaciones claras que protejan los derechos de los artistas y garanticen su compensación adecuada.