El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, ha calificado como «medicina amarga» las acciones recientes de la Fiscalía General de la República (FGR), mientras esta llevaba a cabo allanamientos en las sedes de las distribuidoras de energía eléctrica. La investigación fiscal, iniciada por denuncias de estafa agravada debido a cobros excesivos en las facturas de los usuarios, ha generado un intenso debate público.

La FGR informó que fiscales ingresaron a la distribuidora eléctrica DelSur como parte de las investigaciones iniciadas el sábado. El objetivo principal es determinar si se han cometido delitos relacionados con los cobros denunciados por cientos de usuarios afectados.

Minutos antes, la Fiscalía divulgó imágenes del allanamiento a las oficinas de AES El Salvador, conglomerado que incluye a las distribuidoras Caess, EEO, Clesa y Deusem.

El fiscal general de la República, Rodolfo Delgado, explicó que la finalidad de los allanamientos es asegurar las bases de datos del consumo de energía de los clientes, para contrastar esta información con datos de instituciones públicas. Esto permitirá verificar la veracidad de los registros de consumo y determinar si existe o no el delito de estafa.

El viernes pasado, el presidente Bukele anunció públicamente que la Fiscalía estaba investigando a las distribuidoras de energía por estafa agravada, basándose en cobros excesivos que, según afirmó, carecían de justificación técnica.

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