En un mundo marcado por flujos migratorios crecientes y desafíos humanitarios, es alentador ver a los gobiernos de América Latina unirse para abordar esta cuestión de manera integral. En un comunicado conjunto emitido durante el «Encuentro de Palenque,» los líderes de Belice, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Haití, Honduras, México, Panamá y Venezuela han dejado en claro que están dispuestos a tomar medidas concretas para enfrentar la migración irregular en la región. Lo que hace que este acuerdo sea verdaderamente notable es la determinación de los gobiernos para abordar las causas estructurales de la migración, adoptando un enfoque de derechos humanos y colaboración.

Este enfoque es un cambio refrescante, ya que anteriormente estos temas eran abordados principalmente por la sociedad civil y organizaciones especializadas en migración. Nos invita a analizar la importancia de este enfoque, teniendo en cuenta la particularidad de los países en periodos electorales y la ausencia notoria de Estados Unidos en este acuerdo.

Las Raíces profundas de la migración: un análisis de sus causas estructurales.

Causas Estructurales de la Migración, El primer punto del acuerdo aborda las causas estructurales de la migración, reconociendo que son de origen político, económico, social y están relacionadas con el cambio climático. Este es un enfoque crucial, ya que aborda el problema desde su raíz. La migración no es un fenómeno aislado; es una respuesta a condiciones adversas en los países de origen. Al reconocer la influencia de factores políticos, económicos y sociales, los gobiernos están dando un paso adelante en la comprensión de este desafío.

Históricamente, las discusiones sobre migración se han centrado en controlar los flujos migratorios o en abordar los efectos superficiales, como la seguridad fronteriza. Este nuevo enfoque se centra en la prevención, trabajando para abordar las condiciones que impulsan a las personas a migrar. Es un enfoque más humano y a largo plazo, que se basa en la noción de que, si se mejoran las condiciones en los países de origen, la migración irregular disminuirá naturalmente, tema ampliamente discutido en foros de la sociedad civil, en la CRM conferencia regional para las migraciones integrada por los mismos Gobiernos.

Medidas Coercitivas Unilaterales y Responsabilidad Compartida

El segundo punto del acuerdo aborda la influencia de factores externos, como las medidas coercitivas unilaterales, en la migración. Las sanciones y medidas unilaterales pueden tener un impacto devastador en la población y, en particular, en las personas y comunidades más vulnerables. Esta es una preocupación ética importante, ya que las políticas unilaterales pueden agravar la vulnerabilidad de quienes ya enfrentan dificultades. La responsabilidad compartida es otro aspecto destacado en este acuerdo.

En lugar de culpar a las personas y sus familias por migrar, se destaca la responsabilidad de los gobiernos en la gestión de la migración. Al asumir la responsabilidad histórica de las migraciones, los gobiernos están dando un paso adelante y reconociendo su papel en la creación de condiciones que pueden llevar a la migración irregular.

Este enfoque de responsabilidad compartida no solo es ético, sino también práctico. La migración es un fenómeno complejo, y ningún país puede abordarlo de manera efectiva de manera individual. La cooperación entre países de origen, tránsito, destino y retorno es esencial para abordar los flujos migratorios de manera efectiva y humana.

La Ausencia de Estados Unidos

Un elemento notable en este acuerdo es la ausencia de Estados Unidos, un actor clave en la cuestión migratoria en la región. Históricamente, las discusiones sobre migración en América Latina han estado estrechamente vinculadas a la política migratoria de Estados Unidos. Sin embargo, este acuerdo marca un cambio, ya que se está abordando la migración sin la presencia de Estados Unidos en la mesa de negociación.

Este nuevo enfoque permite a los países de América Latina tomar el liderazgo en la gestión de los flujos migratorios en la región y asumir una mayor responsabilidad en la búsqueda de soluciones. Al hacerlo, están reconociendo que la migración es un desafío regional que debe ser abordado por los propios países de la región, independientemente de las políticas de Estados Unidos.

Conclusiones

El acuerdo alcanzado en el «Encuentro de Palenque» marca un importante cambio en la forma en que se aborda la migración en América Latina. Los gobiernos de la región están adoptando un enfoque integral, centrado en la prevención de la migración a través de la mejora de las condiciones en los países de origen. También están reconociendo su responsabilidad en la gestión de la migración y el impacto de factores externos.

Este enfoque es particularmente significativo en un contexto de elecciones, ya que muestra que los líderes están dispuestos a dejar de lado la retórica política y trabajar juntos en soluciones a largo plazo. Además, la ausencia de Estados Unidos en este acuerdo marca un cambio en la dinámica regional, permitiendo a los países de América Latina tomar un papel más activo en la gestión de los flujos migratorios.

Si bien los desafíos que presenta la migración son complejos y multifacéticos, este acuerdo ofrece una base sólida para abordarlos de manera efectiva y humana. La cooperación regional y un enfoque de responsabilidad compartida son elementos clave para lograr resultados positivos y sostenibles en la gestión de la migración en América Latina.

Cesar Ríos
Asociación Agenda migrante El Salvador

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