La Universidad Centroamericana de Nicaragua, anunció la suspensión de todas sus actividades luego de que un tribunal ordenara la confiscación de sus bienes y fondos, tras acusarla de ser un centro de terrorismo.
Mientras que el Consejo Nacional de Universidades aseguró en un comunicado que trabaja para garantizar la continuidad ejecutiva de los estudiantes de grado y posgrado de la extinta Universidad Centroamericana, y llamó a estar pendientes del llamado, para la reanudación de actividades, en un claro mensaje que han expropiado a la orden jesuita de las operaciones del centro universitario.
El régimen de ortega mantiene una conflictiva relación con la iglesia católica, el obispo rolando Álvarez, está preso desde agosto del 2022 y fue condenado a 26 años de prisión por menoscabar la integridad nacional, entre otros cargos. Las autoridades nicaragüenses ordenaron congelar las cuentas bancarias de la UCA, aunque aún no se han pronunciado las autoridades, y el gobierno tampoco ha emitido comunicación sobre la denuncia del centro sobre la confiscación de bienes.
La jefatura provincial centroamericana de la compañía de Jesús considero totalmente falsas e infundadas las acusaciones contra la UCA y solicitó a Managua revertir la drástica, inesperada e injusta medida.
Estas acciones por parte de la dictadura en contra de la UCA deja a los jóvenes en una situación complicada, dejando los cursos de arquitectura, ingeniería ambiental, civil, industrial y sistemas de información, así como licenciaturas en administración de empresas, comunicación y contaduría pública, sin poder impartirse con normalidad.