El presidente de la República, Nayib Bukele, encabezó el martes un despliegue de 1,400 nuevos militares que se suman a las tareas de seguridad pública enmarcadas en el Plan Control Territorial, una estrategia que lidera el gobernante salvadoreño.
“Ustedes han decidido servir y proteger a los salvadoreños de los enemigos externos e internos. No cualquiera toma una decisión así, es una decisión que requiere valor, entrega, coraje, pasión y lealtad”, reconoció el dignatario, dirigiéndose a las nuevas tropas que serán desplegadas en diferentes puntos del país.
El jefe de Estado subrayó que, pese a «la negativa de la Asamblea Legislativa de avalar financiamientos claves para el Plan Control Territorial», el Gobierno no ha cesado en «continuar con su ejecución, la cual ha generado, entre otros resultados, una disminución de hasta un 60% en el número de homicidios y enero como el mes con menos asesinatos desde la firma de los Acuerdos de Paz», con un promedio de 3.8.
“Ellos son los que no aprueban los fondos para que podamos trabajar mejor, pero nosotros tenemos un compromiso con el pueblo salvadoreño y no podemos poner de excusas de que no nos dan fondos. Tenemos que salir a luchar y a proteger a los salvadoreños, con o sin fondos”, enfatizó.
“El pueblo salvadoreño, del que también ustedes son parte, del cual son parte sus propias familias, está bajo el asedio de la delincuencia, bajo el asedio de la criminalidad y bajo el patrocinio de esa criminalidad por parte de los políticos tradicionales”, agregó, en referencia a los requerimientos de la Fiscalía General de la República en contra de figuras políticas, señaladas de negociar con pandillas.
“Son días difíciles porque cuando se les pide recursos a los diputados para darles chalecos antibalas, uniformes, botas y equipos tácticos dicen no, pero cuando los delincuentes les piden dinero para matar salvadoreños dicen sí”, lamentó.
El Presidente también hizo referencia a las declaraciones realizadas ayer por uno de los principales políticos señaladas en estas negociaciones con pandillas, el expresidente de la Asamblea Legislativa, Norman Quijano, en las que aseguró que desconfía de la Fiscalía, que ha solicitado su desafuero, y del sistema judicial del país.
“¿Qué hubiera pasado si yo hubiera dicho eso? Hubieran saltado todos los tanques de pensamiento, todos los que protegen a los que protegen a los delincuentes y hubieran dicho que el Presidente está siendo autoritario, está haciendo un choque de poderes, está metiéndose donde no tiene que meterse”, señaló el mandatario.