La interpelación a la ministra de Salud, Ana Orellana, que fue convocada para dar explicaciones sobre el problema que se dio con el agua el mes pasado en San Salvador, inició el sábado y culminó en horas del mediodía de este lunes. Los diputados no quedaron satisfechos con sus respuestas, por lo que manifestaron que no descartan pedir su destitución.
“Nosotros creemos que es lo que procedería (la destitución), pero no seremos solamente nosotros sino la Comisión Política», declaró la diputada Nidia Díaz del FMLN tras culminar la interpelación.
Por su parte, el diputado Alberto Romero de ARENA declaró: “Han demostrado que en la crisis del agua no tuvieron la capacidad de manejarla, con repartir botellitas de agua quisieron arreglar todo y por más preguntas técnicas que se le hicieron demostró la enorme incapacidad que tiene la ministra”.
La funcionario el sábado respondió las 10 preguntas que los diputados habían formulado y entre las declaraciones más importantes está que aseguró que en el país no existió una «crisis de salud pública» por el agua potable con mal olor, color y sabor que llegó a decenas de hogares salvadoreños.
“En mi calidad de ministra no he generado ninguna crisis de salud pública”, respondió a la pregunta número nueve del cuestionario en el que cuestionaban a la funcionaria si estaba consciente de que provocó dicha crisis.
Ana Orellana explicó que para considerarla una «crisis» tendrían que haberse registrado “impactos significativos en la salud de la comunidad, pérdidas económicas o pérdidas de vida humana”.
La ministra también fue cuestionada si mantiene su recomendación de que se puede consumir el agua que distribuye ANDA, tomando en cuenta que el mismo presidente Bukele, en una conferencia dada el 21 de enero, dijera que esta no es consumible, a lo que ella respondió: “La indicación que se podía beber el agua ha sido data tomando como base los estándares tradicionales e históricos contenidos en el Reglamento Técnico Salvadoreño (RTS) y con los que se han venido trabajando en administraciones anteriores”. Sin embargo, agregó que las nuevas directrices del presidente han establecido que se deben “elevar” dichos estándares.
«No es competencia del MINSAL»
La interpelación también tuvo espacios de repreguntas. En una de estas, el diputado Rodolfo Parker del PDC la cuestionó sobre cuál fue la causa de la contaminación del agua, respondiendo que esa «no es competencia del Ministerio de Salud sino de ANDA y su titular Frederick Benítez)».
“Es una respuesta difícil de dar desde el Minsal (…) Hay muchos rumores, muchos comentarios, algunos buenos, algunos mal intencionados que se sacan de contexto y acá el llamado a dar la respuesta de lo que pasó, para que el señor diputado (Parker) y todo el pleno quede satisfecho de que fue lo que pasó, es al presidente de Anda”, señaló.
“Mi competencia termina en revisar cómo está la calidad del agua al usuario final”, agregó.
Reaccionaron «a tiempo»
Otros parlamentarios le preguntaron a la ministra si el Gobierno intervino a tiempo en el problema suscitado con el agua, a lo cual respondió muy segura que sí.
“La pregunta clara es si respondimos en tiempo, por supuesto que respondimos en tiempo. ¿Cómo puedo probar eso? Pues no hay una sola muerte por enfermedades gastrointestinales, no se ha aumentado la cantidad de infecciones”, afirmó.
«¿Quién miente?»
La pregunta si se puede beber el agua volvió a surgir, pero esta vez en el sentido de quién mintió en aquella ocasión: ¿Quién miente, el presidente o usted (ministra?, cuestionó la diputada Karla Hernández de ARENA.
«No veo la tecnicidad en esta pregunta, me están pidiendo que emita un juicio de valor», respondió. Luego, el presidente de la Asamblea Legislativa, Mario Ponce, interrumpió y dijo que no se le podía poner en una «situación incomoda» a la ministra.
A los minutos y con preguntas y respuestas repetitivas, el diputado Carlos Reyes sugirió culminar con la interpelación, porque las declaraciones de la ministra no eran «las adecuadas», es así que con el aval de 47 diputados se dio por finalizada.
El expediente de esta interpelación pasará a la Comisión Política para su estudio y brindar el dictamen correspondiente. Si los diputados así lo deciden, el Legislativo podría recomendar al presidencia de la República, Nayib Bukele, la destitución de la funcionaria, esto según precisa el artículo 117 del RIAL.