La Radio Pública Estadounidense (NPR) publicó un tweet sobre el acontecimiento de ayer en la Asamblea Legislativa salvadoreña cuando cuerpos militares irrumpieron en el Salón Azul por una convocatoria extraordinaria hecho por el presidente Nayib Bukele, por medio de su Consejo de Ministros. Ante esto, el jefe del Comité de Relaciones Exteriores del Congreso de EE.UU., Eliot Engel, ha reaccionado.
“Soldados y policías que portaban rifles ocuparon brevemente el parlamento de El Salvador el domingo, en una demostración de fuerza para apoyar la legislación para equiparlos mejor. Los críticos dijeron que fue un acto de intimidación y acusaron al presidente de actuar como un dictador”, dicta el tweet de NPR. En ese sentido, el jefe del Comité de Relaciones Exteriores del Congreso, representante demócrata, señaló que los ojos del mundo estaban puestos en Nayib Bukele y en El Salvador.
“El ejército Salvadoreño no debe usarse para resolver disputas entre el presidente y el Congreso. Las diferencias civiles deben ser resueltas por las instituciones civiles. Los ojos del mundo están puesto en El Salvador y Nayib Bukele en este momento crítico”, declaró Engel.
Chairman @RepEliotEngel: The Salvadoran military should not be used to resolve disputes between the president and congress. Civilian differences should be resolved by civilian institutions.
The eyes of the world are on El Salvador and @nayibbukele at this critical moment. https://t.co/12El9lbo52
— House Foreign Affairs Committee (@HouseForeign) February 10, 2020
Jim Mcgovern, congresista demócrata, también brindó su postura: “Estoy observando de cerca la crisis política en El Salvador. Una base de la democracia es el respeto por la separación de poderes y la resolución de disputas políticas es a través del diálogo, no por la fuerza”.
“El ejército y la policía deberían regresar a los cuarteles y no involucrarse en asuntos políticos. Tal muestra de fuerza hace eco de los días más oscuros de la historia de El Salvador. Los salvadoreños han sacrificado tanto por las instituciones democráticas y cualquier acción para socavarlas es simplemente inaceptable”, agregó.
Desde el sábado 8 de febrero, los alrededores de la Asamblea Legislativa de El Salvador fueron acordonados por militares y policías. Luego, el domingo, desde tempranas horas, los elementos se tomaron el poder Legislativo e incluso entraron al Salón Azul con armas. Los diputados presentes y ausentes criticaron esa acción, puesto que «no era necesario», según dijeron. Los elementos de las dos instituciones se retiraron luego que el mandatario salvadoreño salió del lugar.