En el marco de la huelga y múltiples protestas que se llevan a cabo en Colombia, en la capital, Bogotá, la Policía ha dispersado a grupos de manifestantes con gases lacrimógenos en la plaza Bolívar, centro de la ciudad. En tanto, las autoridades han decretado este jueves el toque de queda en la ciudad de Cali, mientras en Medellín se han reportado disturbios y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
El paro nacional de este jueves ha sido convocado por sindicatos, jubilados, trabajadores estatales y estudiantes, en oposición a un presunto proyecto del Gobierno de reforma laboral y modificación del sistema de pensiones.
Si bien las manifestaciones se desarrollaban pacíficamente desde temprano, en horas de la tarde una serie de desmanes en inmediaciones a la plaza Bolívar, motivaron el accionar del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), que reprimió con gases lacrimógenos.
Según informó el periódico local El Espectador, un grupo de personas movilizadas quitó un telar que protegía al Palacio Liévano, sede de la alcaldía de Bogotá, y comenzó a arrojar piedras y botellas contra el edificio. Minutos antes, algunos manifestantes habían montado un cerco humano para separar a la muchedumbre de los efectivos del Esmad, mientras pedían que la protesta se llevara a cabo «sin violencia».
También hubo enfrentamientos en inmediaciones del Congreso nacional, donde una decena de encapuchados lanzó piedras contra la sede parlamentaria.
En otras ciudades del país también se registraron disturbios. En Cali, donde marcharon alrededor de 20,000 personas según las autoridades, el alcalde, Maurice Armitage, decretó toque de queda a partir de las 7:00 p.m. de este jueves [01:00 del viernes, GMT]». Y aclaró en su cuenta de Twitter Amitage: «Quienes estén afuera a esa hora, podrán ser detenidos por las autoridades».
Por su parte, el secretario de Seguridad del municipio, Andrés Villamizar, informó que alrededor de 150 personas se dedicaron a hacer desmanes y tratar de «generar caos en la ciudad».
Previo a la jornada de protesta, el presidente de Colombia, Iván Duque, había señalado que la libertad para manifestarse estaba «garantizada», pero aclaró que el Gobierno sería «implacable con los actos de vandalismo».
POR AGENCIAS