Actualmente el arca es una atracción turística en la localidad de Dordrecht al sur de Amsterdam.
/Foto ITV El Salvador
El carpintero holandés Johan Huibers cree letra por letra lo que dice la Biblia y, el Arca de Noé que construyó de tamaño real no deja duda de ello. No conforme con haber materializado la embarcación de 2,500 toneladas de peso, este ferviente creyente del viejo testamento piensa zarpar rumbo a la “tierra de Dios”.
“Este es un barco de Dios, así que tiene sentido llevarlo a la tierra de Dios”, expresó Huibers en una entrevista al revelar sus planes de navegar hacia las costas de Israel. “Mi destino predilecto sería Israel”, agregó el hombre de 60 años que está recaudando donaciones para poder levar anclas.
{youtube}m5eefcPaVgE{/youtube}
Huibers tardó cinco años en construir el arca y gastó más de $4.52 millones. La empresa encargada de llevar la embarcación de 131 metros de largo a “Tierra Santa” no es sencilla y mucho menos económica. Huibers tenía planeado navegar 8,046 kilómetros por el Océano Atlántico hasta Brasil para llevar el arca a los Juegos Olímpicos de Río 2016, pero los costos de $1,54 millones fueron un impedimento.
Los motivos por los cuales este excéntrico millonario quiere llevar su arca a Israel no obedecen únicamente a razones de la simbología religiosa sino que él se siente atado al pueblo hebreo por algo más.
{loadmoduleid 115}
“Amo la tierra, amo el país, amo a la gente (de Israel). No obedecen, hacen lo que quieren, conducen como locos, empujan mientras esperan en la cola y no escuchan a nadie. Tal como yo”, explicó.
Actualmente el arca es una atracción turística en la localidad de Dordrecht al sur de Amsterdam. Huibers no solo se limitó a darle forma a la embarcación sino que además está completamente ambientada con figuras de animales talladas en madera y las comodidades que se podrían esperar en un barco actual.
Con dimensiones “bíblicas”, el arca mide más que una cancha de fútbol y cuenta con cinco pisos, en nada envidia a la mencionada en Génesis 6:15 en la que Noé embarcó a los animales para salvarlos del diluvio.
Para lograr su propósito de llevar el arca a Israel, el carpintero europeo necesita un verdadero milagro pues está lejos de su meta en cuanto a la recaudación de los fondos necesarios.