Tras varios días de incertidumbre, el candidato del Partido Nacional Luis Lacalle Pou, será el presidente de Uruguay por los próximos cinco años.
Con el 75.37% de los circuitos escrutados y un provisorio de los votos observados incluído, se calcula que la tendencia es irreversible: 934.570 votos para Lacalle Pou, 779.796 para el Frente Amplio.
El presidente electo tuiteó: “Mi reconocimiento y agradecimiento a todos los hombres y mujeres que están defendiendo los votos y la democracia en cada mesa en estos días. Mi pensamiento está con ustedes”. Mientras tanto, el candidato del FA, Daniel Martínez, reconoció el triunfo de Lacalle Pou: “La evolución del escrutinio de los votos observados no modifica la tendencia. Por lo tanto saludamos al presidente electo, con quien mantendré una reunión mañana. Agradezco de corazón a quienes confiaron en nosotros con su voto”.
Con esta noticia, Uruguay da un giro hacia la derecha, después de 15 años de progresismo del Frente Amplio: gobernó Tabaré Vázquez desde 2005 a 2010, José ‘Pepe’ Mujica hasta 2015 y luego hubo un tercer período también de Vázquez.
El flamante presidente electo, hijo del expresidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995) asumirá en marzo de 2020 por cinco años de período. Entre sus promesas, está la de reducir el déficit fiscal y mejorar la seguridad (uno de los ejes principales de la campaña).
Este lunes comenzará la transición, así lo afirmó la vicepresidenta actual, Lucía Topolansky.
El pasado domingo, 2.699.877 uruguayos y uruguayas estaban habilitados para votar en 7122 centros de votación. Con más del 90 % de participación, la jornada cerró a las 19:30 (hora local). Una hora después, empezaron a conocerse los primeros sondeos, que daban de ganador a Lacalle Pou. Pero con el paso del tiempo, la diferencia se reducía, produciéndose un “empate técnico” entre los candidatos.
El resultado final empezaba a lucir inconcluso por el hecho de que los votos de diferencia entre ambos eran menores a los ‘observados’. Se trata de un procedimiento especial que se utiliza para quienes, por motivos justificados, no votan en su circunscripción. Por ello, se trata de sobres que deben ser contados específicamente uno por uno.
Desde entonces, a la ciudadanía solo les restó esperar los resultados definitivos, una situación que, en el contexto actual de América Latina, afrontaron con calma y cautela.
POR AGENCIAS