El abogado defensor de Julio Rank, exsecretario de Comunicaciones de Casa Presidencial, Lisandro Quintanilla, presentó este día un hábeas corpus en Sala de lo Constitucional para que su cliente sea puesto en libertad por grave estado de salud.
«La condición de salud de Julio es bastante grave, por una parte tiene una enfermedad crónica grave y degenerativa, que le ha producido daños en órganos blancos, pero, a parte, por haber tenido grilletes desde hace mucho tiempo en el hospital donde estaba, se le han calcificado sus miembros inferiores y muy probablemente tenga que ser amputado uno de sus pies», explicó Quintanilla.
El exfuncionario (del periodo de Antonio Saca) fue condenado a cinco años de cárcel por lavado de dinero y activos, junto al mismo expresidente, el exsecretario privado de ese Gobierno, Élmer Charlaix, el exsecretario de la juventud, César Funes y los exempleados de Casa Presidencial, Pablo Gómez, Francisco Rodríguez y Jorge Herrera.
En el mes de septiembre, el abogado defensor solicitó la libertad condicional anticipada, pero el Juzgado Primero de Vigilancia Penitenciaria y Ejecución de la Pena negó la petición. Quintanilla hoy dijo que fue una resolución «ilegal y arbitraria».
«Ellos alegaron que no cumplía los requisitos, pero el artículo 86 del Código Penal establece que cuando un condenado, que tiene más de 60 años, que ya cumplió la tercera parte de la pena impuesta y padece enfermedades crónicas degenerativas, con daños orgánicos severos, es acreedor de la libertad condicional anticipada. Así que no entendemos porqué ni el Juez ni la Cámara tuvieron a bien aplicar la Ley», señaló.
Julio Rank padece hipertensión, diabetes y bronquitis crónica y a principios de este año sufrió un accidente cerebrovascular, lo que le produjo la movilidad del brazo y pierna izquierda.
Sin embargo, la Dirección de Centros Penales informó esta mañana que el ex secretario de Comunicaciones se encuentra «estable físicamente», lo que sucede es que «sufre de depresión severa», ya que vuelve al centro penal La Esperanza luego que fuera dado de alta del Hospital Policlínico del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).