Se plantea mejorar la disponibilidad de alimentos, aumentar la producción nacional, mejorar aspectos nutricionales, entre otros.

/Foto ITV El Salvador 

Garantizar la seguridad alimentaria, el acceso de la población a alimentación adecuada, dar atención integral en nutrición a grupos poblacionales vulnerables y mejorar la disponibilidad de alimentos son algunos de los objetivos que persigue la Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional 2018-2028, que ayer lanzó el presidente de la república, Salvador Sánchez Cerén.

«Esta política plantea mejor disponibilidad de alimentos en el país a través del fortalecimiento de la producción y la productividad, la estabilidad de los precios y el aumento del salario mínimo para posibilitar una mayor capacidad adquisitiva a las familias y asegurar su acceso a una alimentación adecuada», dijo el mandatario al referirse a la normativa, al tiempo que aseguró que desde 2014 trabajan para garantizar la seguridad alimentaria de toda la población, «frente al histórico problema de deficiencia alimentaria y nutricional de El Salvador como consecuencia de la imposición de modelos económicos excluyentes».

Además de los objetivos que se plantearon cumplir con la política, también las autoridades dijeron que buscan la superación de desafíos que enfrenta el país. Entre ellos está que todavía se depende de la importación de alimentos básicos de la dieta alimentaria, también que la agricultura nacional no es resistente a los efectos del cambio climático, se le suman los malos hábitos nutricionales de la población y que el dinero no es suficiente para la adquisición de alimentos en ciertos grupos poblacionales.

En ese sentido, en la política se determinó que las mujeres embarazadas, lactantes, las mujeres del área rural, los menores de cinco años, los adultos mayores, los pueblos indígenas y los pequeños productores son grupos de la población prioritarios.

La directora ejecutiva del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONASAN), Daysi Cardoza, comentó que si bien hay avances, resulta necesario superar los desafíos.

«Hemos avanzado en muchos aspectos en esta política y nos sentimos muy complacidos de eso; sin embargo, todavía hay un camino que recorrer. Hemos recorrido un tramo muy importante, pero esto que falta por recorrer y nuevos desafíos que han surgido en los últimos años hicieron necesario hacer la actualización de esta política y tomar acciones nuevas para poder enfrentar estos desafíos y seguir avanzando como se ha hecho hasta este momento», explicó Cardoza.

De igual forma, dijo que otro de los retos por superar es «la doble carga de problemas nutricionales», es decir que parte de la población enfrenta problemas de malnutrición, pero la otra, de obesidad.

Ahuachapán, Sonsonate, Cuscatlán y Morazán son los departamentos del país que más reportan casos de desnutrición crónica, pero en Chalatenango, La Libertad, San Salvador y San Vicente es donde hay más problemas de obesidad, según el último Censo Nacional de Talla y Peso.

Con esos datos, dijeron las autoridades que se determinó que en esos departamentos se focalizarán las acciones correspondientes para que la situación mejore. La manera de implementación de la política será mediante la juramentación de consejos departamentales y municipales de seguridad alimentaria y nutricional.

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